He estado un tiempo sin publicar nada, pero ahora vuelvo a retomar esto, publicando lo pasado, lo presente y lo futuro.
Y qué mejor manera que hablando de fotografías, esta vez de fotografías que no he podido hacer.
Son muchas y variadas las escenas, momentos,lugares que he querido fotografiar y en ese momento no he podido, por falta de tiempo o simplemente porque no llevaba la cámara conmigo.
Os contaré una escena que me hubiera encantado haber fotografiado.
No hace mucho tiempo me invitaron a una fiesta, la gente iba bastante arreglada, había buena música y buen ambiente..gente más joven y más mayor. Había camareros ofreciendo shushi y vino que se paseaban por los alargados jardines decorados con macetones de flores.
No suelo ir a este tipo de fiestas y he de reconocer que me gustan, cuando voy a sitios como este suelo fijarme mucho en la gente, no sólo como van vestidos, me gusta verlas divirtiéndose.
Dando una vuelta por el jardín hubiera fotografiado a un montón de gente, pero hubo una escena que me llamó la atención. En una mesa había un grupo de jóvenes con una actitud muy divertida tomando unas copas, y en ese momento se reflejaba la luz de uno de los focos que alumbraban el jardin sobre una de las copas que hacía sombra en uno de los jóvenes. En ese momento hubiera fotografiado al joven sonriéndo con la sombra de la copa.
¿Por qué esa escena? Un sólo gesto de la persona resumía el lugar en el que estaba y lo bien que lo estaba pasando.
Los detalles son un reflejo de las cosas.