Creo que la idea principal de la obra de Bavcar que se deduce de la misma es, precisamente,
su título: LA FOTOGRAFIA ,
ENTRE LA ILUSION DE
LO REAL Y LA MEMORIA ,
que condensa magníficamente el parecer (la subjetividad) de Bavcar.
Bavcar se quedó ciego por
sendos accidentes a la edad de 11 años y cuyos recuerdos obtenidos hasta esa
fecha le han servido para imaginar otro mundo ilusorio; así se conjuga lo
imaginado en la realidad actual (su vivencia) con las escasas imágenes que
logró captar antes de quedarse totalmente ciego. Como él mismo ha afirmado, fotografía lo que imagina, los originales están en su
cabeza: se trata de la creación de una imagen mental y de la huella física de
lo que es imaginado; es una interpretación de la realidad preconcebida en su
niñez antes de perder la vista. Esta
situación hace que el fotógrafo tenga un concepto ajeno a lo tradicional y lo
concibe, ante todo, como un acto mental, algo muy subjetivo no enmarcable en
los conceptos habituales de la fotografía.
Y
ello es así, porque entiende, motivado por su ceguera, que la imagen no es algo necesariamente visual, sino
que la concibe como una representación interna de realidades externas de modo
que cada foto que hace la tiene
perfectamente ordenada en su cabeza antes de disparar; la cámara se la lleva a
la altura de la boca y de esa forma fotografía a las personas que tiene
delante: las manos miden la distancia y lo demás lo hace el deseo de imagen que
hay dentro de él.
De la lectura, cabe sacar dos
conclusiones principales.
La primera, es algo característico
de su obra y es el dominio de la luz en sus fotos (“el dominio de la luz es una
de las cualidades fundamentales de la cámara oscura”, es decir, su mundo),
afirmando a continuación que sus fotografía no es un trozo de la realidad, sino
un deseo de imagen dentro de la
oscuridad en que se desenvuelve, un intento de imaginarse el objeto antes de
reflejarse en la foto y que va a surgir de entre la oscuridad gracias a esa luz.es
por ello, que una frase muy expresiva del autor es cuando afirma que la vista
física es una cosa y el deseo de imagen otra diferente.
Por
ello, tal y como se ha afirmado por críticos, lo especial en la fotografía de
Bavcar es que hay una "atmosfera",
un espacio de sombra, donde "vive"
la luz. La luz no cae sobre la superficie del objeto, sino que vive por si sola
ye surge en esa oscuridad
tridimensional, volumétrica que le rodea por todas partes, por lo que su
trabajo consiste en que se haga la luz para que surjan las fotos de entre la
oscuridad y las tinieblas (acariciar la
luz, expresa en algunos momentos para poder ver con el tercero ojo, afirma). Junto a esta idea de la fotografía
que tiene el autor, también cabe reseñar su pensamiento acerca de la técnica
fotográfica, en concreto, el desfase entre la instantánea y el resultado y cómo
esta diferencia temporal ha ido evolucionando a lo largo del tiempo hasta el
momento actual en que casi ya es inexistente, de modo que el tiempo de espera
en la fotografía digital se aleja del existente para la fotografía analógica.
Por ello, continúa, el fotógrafo actual va perdiendo progresivamente su
subjetividad, ya que las nuevas técnicas van apartando al fotógrafo de su
condición como sujeto activo, pasando muchas veces a ser un mero observador que
recoge una instantánea en el tiempo y el espacio.
Así, me ha parecido especialmente
importante cómo diferencia la figura del fotógrafo de la época analógica de
modo que, a diferencia del sXIX, actualmente el fotógrafo ya no dispone del
tiempo necesario para prever la imagen de manera distinta a como aparece en el
objetivo; el trabajo cada vez más automático va borrando la participación del
sujeto que transcurre desde el momento de la foto hasta el trabajo en el
laboratorio químico y su final comprobación entre la prueba y el sujeto fotografiado;
en la actualidad, predomina la técnica y los avances tecnológicos sobre el
trabajo del fotógrafo, aunque, sigue afirmando, no se ha perdido toda la
esperanza si el fotógrafo del s. XXI se libera de la técnica y permite que un
poco de su ser vaya quedando en la propia fabricación de sus imágenes.
El simil que emplea sobre el espejo
para explicar este planteamiento me parece muy acertado, en el sentido de que
todo espejo que nos refleja una imagen es porque tiene delante una presencia
real; si queremos hacer fotos que reflejen nuestra idea de la imagen, primero
tenemos que proyectar nuestra propio ser sobre esas fotos.
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