Susan Sontag escritora y ensayista norteamericana inicia su
libro citando a Virginia Woolf y a sus profundas reflexiones sobre la guerra
contenidas en el magnífico libro ´Tres guineas´´(publicado en 1938) que además, contiene
un análisis del papel marginal de la mujer en la sociedad reivindicando las mismas oportunidades profesionales y
sociales que el hombre, imprescindibles para lograr un mundo más racional. El
rechazo femenino a la guerra, le permite a Woolf reivindicar los derechos que la mujer por una situación de
discriminación no tenía en la época en que ella vivió. Woolf al analizar el
dolor de las imágenes de guerra las pone en el mismo plano que la marginación
que sufren las mujeres en la sociedad de la época.
La referencia a esta escritora desde el
comienzo de su libro es, una manifestación de la toma de relevo que
intelectuales como Sontag ha llevado a cabo a partir de mujeres como Virginia
Woolf. Hay que destacar la idea de que estas mujeres son las primeras
intelectuales en mantener reivindicaciones feministas junto con una profunda
reflexión sobre el dolor de la guerra manifestado en extraordinarias
fotografías. Esto es un hecho a destacar sobre todo si tenemos en consideración que aún hoy en día
los teóricos del tema muestran prejuicios a la hora de reflexionar
sobre este tipo de imágenes. Por todo esto las ideas de Woolf son totalmente actuales por
su valentía y madurez y sobre todo porque se enfrenta a lo que hasta ese
momento era un tabú: las fotografías del espanto que es la guerra.
Sontag empieza su libro con este recuerdo a Woolf, poniendo de
relieve la vigencia de sus argumentos e ideas, siendo totalmente necesaria su
divulgación.
Al mismo tiempo, Susan Sontag pone de manifiesto como en las primeras guerras fotografiadas (la de Crimea, la de Secesión de Estados Unidos yla Primera Guerra
Mundial) no aprecian fotografías del campo de batalla debido sobre todo a que
los equipos fotográficos antiguos limitaban la movilidad del fotógrafo. Con respecto
de las fotografías bélicas, casi todas anónimas, publicadas entre 1914 y 1918,
su expresión y tono era fundamentalmente épico, y casi siempre presentaban un
paisaje desolado y sin esperanza.
Al mismo tiempo, Susan Sontag pone de manifiesto como en las primeras guerras fotografiadas (la de Crimea, la de Secesión de Estados Unidos y
En este sentido, la aparición de la Leica (una cámara ligera)
con una película de 35
milímetros permitió a los fotógrafos desplazarse
libremente por los escenarios de la guerra y obtener así imágenes más directas
y con mayor grado de espontaneidad